Cómo cuidar el árbol de Navidad para que dure más

Es el gran protagonista de la decoración navideña. Ese árbol que adoramos con esmero y que hace brillar nuestro hogar. Es muy importante saber cómo cuidar el árbol de Navidad, en especial si es natural, para que se mantenga en perfecto estado. Y no se trata solo de que soporte con buen aspecto todas las fiestas, sino de no condenarlo después a morir. Un abeto al que se le ha prestado atención se podrá trasplantar más adelante en un jardín o cualquier otro espacio abierto. ¿Cómo hay que cuidar el árbol de Navidad? Vamos a verlo.

Cuidados básicos de un árbol de Navidad natural

Lo ideal es que el árbol de Navidad, ese abeto que hemos escogido con tanto cariño, esté en el exterior. Si es un sitio algo resguardado tanto de heladas como del sol directo, mucho mejor.

Pero si lo vamos a colocar dentro de casa, es necesario tener en cuenta algunos consejos extra:

No conviene colocar el árbol en el lugar elegido para él inmediatamente después de haberlo elegido. El consejo es hacer un cambio gradual para que se aclimate a su nueva ubicación. Un tiempo en la terraza o porche o en la habitación más fresca de la casa puede ser suficiente.
Si es posible, hay que alejarlo de las fuentes de calor directas, radiadores, estufas o chimeneas. Tampoco es bueno que el árbol esté en un lugar donde haya corrientes o cambios bruscos de temperatura.
El riego es fundamental. La tierra de las macetas se puede secar con rapidez, así que hay que regar el árbol con frecuencia, cada dos o tres días. Se debe hacer poco a poco para que la tierra absorba bien el agua y no se produzca encharcamiento.
Y, finalmente, es importante reducir al máximo el tiempo que el árbol va a estar dentro de casa. Si solo son los días comprendidos entre Nochebuena y Reyes, mucho mejor.

Todos estos consejos se aplican también a árboles de Navidad cortados, excepto lo relacionado con el riego. En ese caso, lo que hay que hacer es pulverizar las hojas de vez en cuando.

Cómo decorar el árbol para que no se estropee

Cuidar el árbol de Navidad no significa solo unas condiciones ambientales adecuadas. La decoración es otro factor importante que puede determinar que se mantenga en óptimas condiciones o no. ¿Qué debemos tener en cuenta con los adornos para el árbol?

Los árboles de Navidad naturales por sí mismos, ya son muy decorativos, de modo que no es necesario sobrecargarlos de adornos. Mucho mejor poco y bien elegidos.
En lo que respecta a las luces, mucho mejor LED. El motivo es que son bombillas que no emiten calor, evitando así un sufrimiento innecesario para el árbol.
Hay que evitar nieve artificial y aerosoles, cualquier producto químico que rociemos sobre el árbol puede perjudicarle.
Si hay alguna ramita que se ha estropeado o se ha partido al colocar los adornos, conviene retirarla cuanto antes.

¿Y si tengo un árbol de Navidad artificial?

Aunque no lo parezca, también hay que cuidar ese árbol de Navidad artificial si queremos que nos sirva para decorar la casa durante muchos años. Dependerá en parte de su calidad, pero también de algunos cuidados muy básicos:

Conviene limpiarlo bien antes y después de colocarlo. Se puede usar un plumero o agua con un jabón neutro. En este último caso, hay que dejarlo secar perfectamente antes de empezar a adornarlo o guardarlo hasta el próximo año.
Precisamente, a la hora de guardarlo hay que tener también algunas precauciones: doblar con delicadez las hojas, envolverlo en papel de burbujas y, a ser posible, introducirlo en una caja para que esté perfectamente protegido.

Con estos consejos, sabás como cuidar el árbol de Navidad artificial para que se mantenga en perfectas condiciones diez años o incluso más.