El rojo es el color de la pasión. Es seductor, cálido y sensual. Es, en definitiva, el color de ese amor a veces tranquilo y a veces ardiente que celebramos en San Valentín. En decoración da muchísimo juego a la hora de crear ambientes con un toque de sofisticación o de llevar una pincelada de alegría y vitalidad a nuestros hogares. Pintar las paredes en rojo quizá parezca algo arriesgado, pero si sabemos cómo combinarlo, el resultado puede ser sorprendente.

Paredes rojas, paredes con mucha personalidad

Ese rojo que nos recuerda a San Valentín es un color intenso. Y es algo que limita en cierto modo su uso en paredes. Lo ideal es no abusar de él, sobre todo en espacios con poca iluminación. Sin embargo, en su justa medida, es capaz de aportar una buena dosis de glamur a un espacio aburrido o de llenarnos de optimismo al llegar a casa. No olvidemos que los colores tienen un poderoso influjo en nuestras emociones y que el rojo no solo aporta elegancia, también fuerza y vitalidad.

Ese rojo San Valentín, por lo tanto, es perfecto para una pared del salón o del comedor a la que queramos dar relevancia. Incluso para un pasillo o para la cocina. La clave está en el equilibrio, y este se logra con la mesura a la hora de aplicarlo en las paredes y, evidentemente, con buen criterio a la hora de combinarlo.

¿Con qué colores combina el color rojo?

Una de las grandes ventajas de este color es que se lleva a las mil maravillas con casi toda la paleta cromática, aunque con algunos combina especialmente bien.

  • El blanco es perfecto porque aporta luminosidad. Es, además, un color que rebaja la intensidad del rojo y transmite calma. Por ello, un mueble o un sofá en blanco es compañero perfecto para esa pared roja.
  • En el extremo opuesto, el negro es también un buen compañero del rojo, pero solo si se quiere conseguir un ambiente sofisticado. Eso sí, es importante introducir colores claros y, sobre todo, potenciar la iluminación.
  • Gris y rojo crean un contraste elegante y a la vez audaz. Además, son colores que se pueden combinar en la pared o con el mobiliario. El gris equilibra y su efecto se puede matizar con el tono, porque el rojo los admite todos.
  • Si hay una combinación infalible, es la del rojo con la gama de los beiges, tierras y ocres. Estos son colores que transmiten sobriedad, serenidad y calidez, de modo que una pieza de mobiliario en madera natural, textiles o cualquier accesorio en estos colores quedarán fantásticos acompañando una pared vestida de rojo.
  • El azul es un color frío, mientras que el rojo es cálido. Y, sin embargo, hacen buena pareja. Es la calma frente a la pasión, la serenidad frente a la fuerza. Se pueden combinar paredes en ambos colores y crear un contraste interesante, aunque quizá en exceso llamativo. Por eso, lo ideal es apostar por el azul en tapicerías y complementos como cojines y alfombras. Con detalles en dorado, el resultado es espectacular.

Claves para pintar paredes rojas

Ya hemos adelantado algún consejo importante para conseguir que paredes pintadas en color rojo sean elementos que sumen en la decoración del hogar. Además de no excederse, puesto que el efecto puede resultar abrumador, hay algunas otras cuestiones que conviene tener en cuenta.

La primera de ellas es, que, si la distribución de la estancia lo permite, sean la pared o paredes más próximas a las ventanas las que se pinten de ese color. La luz natural atenuará la fuerza de ese color tan vivo que es el rojo San Valentín. Pero la iluminación, en general, es muy importante para evitar que la habitación parezca más pequeña o más oscura.

Otro consejo es olvidarse de cualquier tipo de pintura con brillo. Ese tono rojo que identificamos con la pasión tiene la suficiente intensidad como para no necesitar un acabado que le dé aún más presencia.

Y un último consejo: ante la duda, consultar siempre con pintores de pared profesionales. Es cierto que si el resultado final no gusta demasiado siempre se puede pintar la pared de nuevo. Pero para evitar el tiempo, trabajo y dinero que implica, nada como dejarse aconsejar por quienes trabajan a diario con los colores.