Cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero
Las casas de campo poseen un encanto especial. Su ubicación e historia convierten a una casa de pueblo en todo un tesoro que vale la pena conservar, aún si necesitan reformas. Actualmente estamos viviendo un fenómeno de éxodo de las ciudades a entornos más naturales, ya sea como primera o segunda residencia. Es por esto que muchos se plantean cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero. Y aquí estamos para darte ideas al respecto. ¡Vámonos al pueblo!
Las casas de campo poseen un encanto especial. Su ubicación e historia convierten a una casa de pueblo en todo un tesoro que vale la pena conservar, aún si necesitan reformas. Actualmente estamos viviendo un fenómeno de éxodo de las ciudades a entornos más naturales, ya sea como primera o segunda residencia. Es por esto que muchos se plantean cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero. Y aquí estamos para darte ideas al respecto. ¡Vámonos al pueblo!
Consejos para reformar una casa de pueblo sin arruinarte
Las casas de pueblo suelen ser un tipo de construcción antigua y rústica, con mucha alma pero también con instalaciones obsoletas, distribuciones muy compartimentadas y una decoración “viejuna”. Con estas propuestas que te sugerimos a continuación, llevarás a cabo una rehabilitación completa sin dejarte todos tus ahorros o hipotecarte de por vida. Veamos cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero.
Los elementos rústicos perfectos para tu casa de pueblo
La condición de la vivienda
En primer lugar, deberás realizar un estudio general antes de empezar con la reforma de tu casa de pueblo con un profesional, arquitecto o interiorista, para evaluar el estado estructural y de las instalaciones. Este paso previo es importante para evitarte a posteriori muchos quebraderos de cabeza, ya que más vale prevenir que curar posibles temas de humedades, fallos eléctricos, aislamiento inadecuado y un largo etcétera de hándicaps que podrán acarrear una serie de gastos que no queremos más adelante. No empieces la casa por el tejado, sino desde cero, porque aunque parezca que puede ser más caro inicialmente, a la larga te ahorrará un montón de costos.
Con este proyecto en mano, conocerás las cosas imprescindibles a hacer y las que pueden pasarse por alto. La mayor inversión de este tipo de viviendas suele ser en instalaciones y suministros, como cableado, tuberías, interruptores, enchufes, sistema de calefacción, ventanas y cerramientos. Tenlo en cuenta.
Paredes de piedra a la vista
Desnuda los muros y luce con orgullo las paredes realizadas con piedra que suelen tener este tipo de viviendas, construidas con los métodos antiguos. De este modo, te ahorrarás revestimientos y tu casa de pueblo volverá a su esencia. Si no quieres dejar todos los muros de piedra, hazlo solo en algunas paredes y el resto déjalas lisas y blancas.
Las imperfecciones son perfectas en una casa antigua de pueblo. No hace falta optar por acabados impecables, ya que en este contexto, los pequeños desperfectos en suelos y paredes otorgan personalidad.
Mira hacia abajo
En vez de cambiar todo el pavimento, puedes pulirlo o lijarlo, dependiendo del material que sea. Otra opción más económica es añadir alfombras de fibras naturales para embellecer los suelos. Si están en muy mal estado, decántate por tarimas flotantes, laminadas, o suelos porcelánicos, en colores barro o crema.
Conserva todo lo que puedas: contraventanas, un mueble vintage, techos de cañizo, vigas de madera… Seguramente necesitarán una rehabilitación o lavado de cara, pero eso que te ahorrarás. ¡Viva el reciclaje!
Reutiliza las puertas
Sabemos que cambiar las puertas de una casa es una inversión importante. Así que te proponemos sacar las existentes de tu casa de pueblo, lijarlas, pintarlas, cambiarles el tirador y dejarlas como nuevas. Las puertas de este tipo de casas suelen tener mucho rollo. Y si quieres maximizar el espacio, conviértelas en correderas, instalando un riel en la parte superior del marco.
También puedes reutilizar los lavamanos de piedra o una bañera de patas, dándoles un nuevo aire más actual. Si el fregadero de la antigua cocina es de piedra natural, sácalo y conviértelo en un lavabo espectacular. Restaura la antigua bañera y atrévete a ponerla en un rincón del exterior, por ejemplo.
Reorganiza el espacio
Apuesta por una nueva distribución, tirando los tabiques que puedas. Las casas de pueblo suelen estar muy compartimentadas, así que nuestro consejo es que abras huecos para unir estancias. Lograrás ambientes más diáfanos, actuales y luminosos. Tirar muros es más económico que poner nuevos, porque te ahorras el material de construcción. Si no puedes evitar poner alguna separación nueva, apuesta por el pladur en lugar de ladrillo. Se trata de un tipo de tabiquería seca, más rápido de colocar, limpio y barato, que puede pintarse directamente.
Trae el exterior a los espacios
Integra el exterior en los interiores. Algo tan sencillo como cambiar las cortinas, para potenciar y enmarcar las vistas, puede resultar muy efectivo. Deja que el paisaje forme parte de tus estancias y poca decoración necesitarás con tales panorámicas.
Las ventanas quedarán como nuevas si se lijan y se pintan, barnizan o lacan sus marcos.
Reforma la cocina sin obras
Las cocinas de las casas de pueblo suelen tener un encanto especial y es posible renovar la cocina sin obras para mantener el encanto intacto. Quita los frentes de los armarios y apuesta por estantes y un almacenaje abierto. Para ocultar la zona de la despensa, recurre a una cortina de lino. Y si la quieres mostrar, compra tarros de cristal, todos iguales, para el arroz, la pasta, harinas, etc, y cestas de fibras vegetales para organizar los productos.
Hágase la luz
Replantea la iluminación. Distribuir correctamente las lámparas de techo, focos y puntos de luz, siempre apostando por bombillas led, te ayudará a reducir el gasto eléctrico y creará ambientes acogedores y renovados. Los espejos también tienen un papel importante, para reflejar la luz natural y ampliar los espacios.
Renueva los dormitorios
Cambia la ubicación de los muebles, compra nuevos cabeceros y renueva la ropa de cama. Aprovecha el grosor de los muros para crear armarios o estanterías empotradas. Las baldas de madera no son tan caras como un armario a medida y ofrecen combinaciones muy versátiles para el almacenaje.
Compra inteligente
Visita almonedas, mercadillos y almacenes de derribos. Son un buen lugar para comprar puertas, vigas o sanitarios. Muchas constructoras venden los materiales que no han utilizado a un precio mucho más barato que el inicial y también hay outlets que ofrecen excedentes de fabricación y series descatalogadas con rebajas interesantes de hasta el 80%.
Consejo Westwing: Renueva los textiles. Si escoges los adecuados, las atmósferas de la casa serán más ricas y las estancias parecerán otras. Retapiza sillas, butacas o sofás, combina cojines, añade mantas y plaids…
Da en el blanco
Si no quieres gastar mucho con la pintura de las paredes, apuesta por un solo color para toda la vivienda. Un blanco roto aportará luminosidad y calidez. Comprando mayor cantidad del mismo tono, te podrás ahorrar dinero.
Restaurar muebles es otra forma de ahorrar, conservando el encanto propio de una casa de pueblo. Mira con otros ojos el mobiliario de tu vivienda en el campo o la playa, y atrévete a darle una nueva vida con la chalk paint. Este tipo de pintura se adhiere a prácticamente cualquier material.
Para el baño
Si el baño tiene unas baldosas infumables pero no puedes asumir el gasto que supone quitarlas, píntalas. Es una de las mejores ideas al momento de reformar baños sin obras. Es importante limpiar muy bien los azulejos con disolvente y secarlos completamente antes de aplicar la pintura. Una vez empleada la primera capa, procederemos a una segunda e incluso tercera, hasta que se consiga un buen acabado.
Estilos para una casa de pueblo
Si te has preguntado cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero, seguramente ya has pensado en la decoración. Para reducir costes en la decoración es importante ceñirte a un estilo concreto. Te decimos las opciones más acertadas para esta clase de viviendas ubicadas en entornos de montaña o playa:
- Rústico payés: madera raw, al natural, paredes encaladas o de piedra, suelos de barro cocido y complementos en fibras naturales, textiles de lino y colores marrones y beige. Este tipo de decoración queda genial en casas de pueblo rurales.
- Provenzal: el estampado liberty, los tonos neutros, las texturas de fibras naturales como el mimbre, la madera y el bambú, y las fragancias dulces y delicadas con aroma a flores y a sábanas recién lavadas encajan con casas de pueblo en el campo.
- Country: aunque tu casa de pueblo no esté en plena campiña inglesa o el oeste americano, puedes darle un aire country con papeles pintados en una pared del comedor o en el baño, mediante estampados de animales como pájaros, y utilizando colores cobrizos, amarillos y verdes.
- Mediterráneo isleño: si tu casa de pueblo se encuentra en un lugar costero, pinta las paredes de blanco impoluto y juega con estampados de rayas y el color azul, en cualquier tonalidad de su gama. Madera clara para el mobiliario y lámparas de techo con pantallas tejidas con fibras naturales ayudarán a crear el carácter playero propio de un estilo ibicenco.
- Minimalista natural y artesanal: bancos obra en la terraza, muros en blanco o tonos tierra, linos, cerámicas y piezas artesanales contribuirán a una atmósfera contemporánea que contrastará con su entorno. Mezcla piezas modernas con otras más antiguas y opta por un orden y una deco esencial.
Seguro que ya hemos contestado a tus preguntas de cómo reformar una casa de pueblo con poco dinero. Ahora, haz que tu casa de pueblo resurja cual ave Fénix con estos consejos. ¡Sin arruinarte!